TRACER - Sala Acapulco, Gijón 19/10/12

Con un poco de retraso pero no importa, antes que se me vaya acumulando el trabajo dejaré como de costumbre mis impresiones sobre este concierto que se celebró hace diez dias en la Sala Acapulco. Honestamente diré que no las llevaba todas conmigo, había escuchado los dos discos y el Ep que tienen publicados Tracer y no me desagradaron en absoluto, pero tampoco me entusiasmaron demasiado. Es verdad que tienen temas muy buenos, otros no tanto, que apuestan por abarcar múltiples influencias principalmente de los años ´90 aunque todavía con detalles por pulir, perdonables en una banda que empieza a dar sus primeros pasos. Después de escuchar varias veces L.A.? (2009) y "Spaces In Between" (2011), tenía la balanza tan equilibrada entre cal y arena que solo verlos en directo despejaría algunas dudas, esperando que se decantase hacia uno u otro lado.

 

Se presentaba el trio australiano con una novedad, la reciente sustitución de Pat Saracino al bajo por Leigh Brown, músico que vimos plenamente integrado en la banda y tan suelto que incluso tuvo su momento de gloria marcándose un solo en la parte central del concierto. Nada que reprochar a esa base rítmica que formó junto al baterista Andre Wise, también estupendo y con una pegada importante.

El arranque vino con "The Bitch" seguida de "Devil Ride", ambas sonaron como un trueno y fue la tónica general del concierto. Compactos, duros, muy potentes, pero con mucha nitidez al mismo tiempo, cosa de agradecer y más en esta sala ya que no suele ser lo  habitual. A pesar del volumen, bastante alto, la voz de Michael Brown se hizo notar por encima del resto de instrumentos de forma contínua, fue lo que más me llamó la atención, ¡¡Acojonante lo que canta este tio!! Por momentos nos recordaba a un joven Chris Cornell, sobre todo en esas canciones deudoras del grunge como "End Of The Samuray", sin desmerecer tampoco su labor con las guitarras. Otras destacadas serían "Spaces Of Betwen", la versión de Black Sabbath ("War Pigs") que todo el mundo parecía esperar, y la explosiva "Too Much" que apuntaló el final dejando muy buen sabor de boca entre todos los presentes.

La verdad es que Tracer convencieron, por mi parte pulgares hacia arriba, una opinión generalmente compartida que todavía comentábamos ayer mismo viendo a Jim Wilson. Y si la suerte les acompaña no me extrañaría nada que lo petaran a nivel de masas en cualquier momento, varios argumentos les avalan: un buen padrino musical como es Zakk Wylde, algunas canciones que incluso podrían ser radiables, un directo muy solvente, buena imagen, un tercer disco en camino que promete... Aparecen dos décadas atrás y quizás lo habrían tenido más fácil, ¿pero quien se sabe?. El tiempo lo dirá.